Durante lo que parece un larguísimo tiempo de mi vida, estuve frustrada y angustiada comparando todo lo que hacía dibujísticamente; hablando con otros que, a mi juicio, eran dioses inalcanzables del dibujo.
Y recuerdo como si fuera ayer, cuando estudiaba dibujo y pintura realista que, sin importar cuánto avanzaba, sin importar cuánto mejoraba. Caminaba desde la academia a mi casa con un eterno monólogo interno de autodestrucción, castigándome por todas las “malas decisiones” cometidas durante el día; sintiendo que al día siguiente tendría que intentarlo mucho más para poder recuperar el tiempo perdido.
Sabiendo en mi corazón dibujístico que JAMÁS
alcanzaría a aquellas personas.
A causa de toda esta frustración y tormento espiritual nivel 10, di vueltas sin determinación o enfoque, dominada por mis miedos, nunca concretando proyectos o cerrando ciclos, comenzando cosas y abandonándolas.
Quería ser invisible, para que nadie se percatara de lo poco que valía. No ser esa persona de la cual la gente piensa “que no tiene el talento suficiente para cumplir sus sueños”.
Creía que esas personas a las que yo admiraba habían sido bendecidas con un talento súper natural que yo simplemente no tenía.
En este video te cuento cómo descubrí que esas personas no tenían habilidades místicas, sino que llevaban mucho más tiempo practicando. Y eran constantes, trabajadores “adictos”, comprometidos y enfocados.
Durante mi aventura dibujística, había estado comparando mis primeros pasos con personas que llevaban la vida entera trabajando en su propio proceso, en un contexto completamente distinto. Era una comparación completamente irreal…
¿Has sentido esta frustración?
¿Estás pasando por un momento de angustia espiritual dibujística?
Arrójenos sus mejores pedazos de comentarios en la cajita comentadora aquí mismito.
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